lunes, 9 de agosto de 2010

Cita 5

- En serio te afanó el celular?! - Santi, nuevamente desorientado.

- Si, loco. No lo puedo creer. Encima, una rubia que parece tan fina, tan delicada. Me engañó.

- Bueno pero vos la engañaste también. Es complicado... porque no te podés sentir engañado si engañaste. Entendés? Como ser infiel con tu pareja y cuando te confesas te dicen que también te fueron infieles. No podés hacer nada!

- Sí, tenés razón. Pero no tengo pareja. No puedo tener tanta mala suerte.

Santiago me acompañó a comprarme otro celular. Es increíble como van cambiando, yo tenía el mismo hacía 5 años y era re choto. Ahora todos con cámara, y esas cosas que mucho no entiendo y que a nadie le importan, pero las compran igual para sentir que tienen vidas llenas. Por eso me acompañaron, para tener una vida llena. O para que no me quieran cagar.

- Tenés que tener un celular que tenga BlueTooth - Me dice Santi

- Qué es eso?

- Es para pasar archivos como vía internet, pero sólo con celulares que estén cerca de un radio de 10 metros masomenos. Por ejemplo, yo te puedo pasar una canción, sin necesidad de cable.

- Ah, medio al pedo eso.

- Sí, no sé. Todos vienen con eso ahora.

- Entonces para qué me decís?

Me compre un celu, con bluetooth, todas esas porquerías. Me enseñó Santi cómo configurar el tema del bluetooth, tenía que ponerle un nombre para identificarme.
Después de eso, Santiago se iba a lo de Yanina que ya había vuelto de su viaje, yo me tenía que ir a visitar a mi vieja que era el cumpleaños. Además hacía mucho que no la visitaba.
Nos tomamos el mismo colectivo, él se bajaba a las pocas cuadras. En el asiento del fondo había una morocha infernal. Pero infernal, bien perra. Hermosa. Me miraba. Que una mujer te mire en un colectivo es la prueba irrefutable de que le gustas. Es que nadie se anima a encarar en un colectivo y yo no iba a ser uno de esos. La mina venía escuchando música y movía la boca como cantandome. Estabamos en un juego de seducción total. Yo la miraba de reojo, me hacía un toque el boludo... Ella sacaba el celular, cambiaba de canción, me cantaba en mudo... Me guiñaba el ojo.

- Mariano, andá y encarala. Esa tiene que ser tu cita número 5.

- No, no da. En serio, estamos en un colectivo. Sigo un toque golpeado con lo que pasó. No sé, no me da.

- Pero la tenés regalada no podés ser tan boludo!

- Pero porque me mire y me guiñe el ojo no significa que esté regalda... bah... o si?

- Prendé el bluetooth.

- No Santi otra vez con eso no, ya lo voy a entender algún día.

- No, boludo, haceme caso. Prendé el bluetooth y fijate si ella lo tiene prendido.

- Epa, no está tan mal esto de la tecnología.

- Igual quedas medio boludo, pero ya fue, es como estar siguiendo el juego de seducción!

- Tenés razón.

Prendo el bluetooth y aparece un usuario, el nombre era un número de celular. Lo anotamos y le mando un mensaje a ese número.

- Bueno, yo me bajo acá. Después contame!

- Dale, nos vemos Santi.

Apenas le mando un mensaje, le suena el celular a ella! Le había puesto.

"Sos vos? la del bondi?"

Me contesta al toque:

"Sos vos el de remera roja? justo se bajó tu amigo! querés que me vaya a sentar ahí?"

Contesto:

"Dale, te espero"

Eso de querer comunicarse con una persona pero a través de un aparato es tan siniestro. Y pasa todo el tiempo, está bien que esto llegó al absurdo pero me refiero a toda esa gente que se conoce por internet. Es prácticamente lo mismo.
Santiago mira desde abajo y ve que la morocha se levantó para venir a sentarse al lado mio.
Nos pusimos a hablar, ella ya se estaba por bajar en cualquier momento y me dijo que le mande un mensaje para arreglar para vernos.
La agendé como "La del bluetooth", le mandé y arreglé. Me dijo que vaya a su casa que iba a estar sola un par de días y que quería aprovechar.

La visita a lo de mi vieja duró muy poco. Habían nuevos vecinos y ella es muy sociable en ese sentido. Entonces había preparado una bienvenida. Era una familia de extranjeros que vinieron acá por negocios. Creo que eran de Japón o de China. Algo así. Y mi vieja como también fue extranjera en su momento (recuerden que cuando me presenté dije mis 2 apellidos y el suyo es ese raro "Itat") sabe lo que se siente ser nueva en un país. Itat... qué raro, es de Hungría.

Cuando volví a casa llame a Santi y a Yani para que vengan a cenar. No iba a quedarme cenando con japoneses en lo de mi vieja. Así que vinieron los chicos. Les conté de la chica del bluetooth, y que el viernes 12 de marzo estaba teniendo mi cita número 5:

Antes de llegar, media hora antes, me manda un mensaje diciendome si prefería que se disfrace de colegiala o de gatubela. La mina lo único que quería era garchar! Excelente, al fin una que me venía joya.
Llego, vivía en un edificio. Baja. Estaba preciosa. En serio que es preciosa. Todavía ni sabía su nombre. De todas formas, no fuimos a la cama de una, nos pusimos a hablar. Su nombre es Eugenia.

- Querés tomar algo? - Me pregunta tranquila.

- Sí, dale.

- Fumás?

- No, no me cabe.

- Pero no te da para garchar re locos?

- Ah, a eso te referís con fumar. Jajaja, si dale todo bien.

En realidad, no me gusta. Pero con la mala experiencia de Daniela y su robo en el cajero automático, tenía que decir si a todo para poder terminar llevandomela a la cama.
Eugenia era directa, atrevida. A medida que ibamos fumando nos empezamos a cagar de risa, empezamos a besarnos, cada vez más calientes...
Me estaba mareando un toque.

- Banca, voy al baño. Dónde está? - Pregunto mareado, re loco.

- Ahí, en la puerta esa.

Entro y me empiezo a mojar la cara, saco los forros que estaban en el pantalón. Tardaba un montón de lo loco que estaba. Mientras estaba en el baño, vi que no vivía sola. Habían 2 cepillos de dientes, uno rosa y uno celeste. Ahora entendí por qué quería aprovechar a estar sola, al parecer comparte el departamento y no puede andar teniendo sus relaciones.
Salgo un toque mambeado, ella se estaba sacando la ropa en la habitaciòn, voy hasta ahí y me tiro encima. Mientras nos seguiamos dando besos, miro que en su mesa de luz tiene una foto con un tipo dandose un beso.

- Che... qué onda esa foto? - En el medio del acto sexual. Un paranoico total.

- Uy! qué boluda, permiso amor! - le habla a la foto y la da vuelta.

- Eh? Qué onda?

- Es mi novio, me olvidé de dar vuelta el porta retratos. - Sí, toda esta charla mientras estabamos garchando.

Paro.

- Cómo que tenés novio?

- Sí, pero está de viaje no te hagas drama, dale vení.

- No, no... banca, está mal esto.

- Qué va a estar mal? dale vení!

- Pero. No lo querés?

- Si, obvio. Lo re amo. Vamos a hablar de mi novio?

- No, pero... no está bueno que le hagas esto

Eugenia no podía creer lo que estaba yo diciendo, porque tendría que ser la actitud de ella. Debe ser la primera vez en la historia que un hombre frene un polvo y se quiera ir por algo así. O por cualquier otra cosa.

- Mira, Euge. Vos me pareces hermosa, en serio. Me encanta que seas así loca, divertida. Pero no puedo estar con alguien que tenga novio. No es algo que busque...

- Pero no estamos buscando nada, estamos cogiendo nada más.

- Si, pero no me cabe. En serio... yo no estoy para cosas así, quiero conocer a alguien y poder estar bien.

- Y pero mientras tanto te divertís!

- Es que no puedo. Vos tenés novio. Pobre él. No podés hacer una cosa así.

- Pero está todo bien, todas las parejas son así. Nunca tuviste una novia?

- ... Sí.

- Cómo se llama?

- Wanda.

- Cuánto tiempo estuvieron?

- 3 años

- Y te pensás que en esos 3 años estuvo con vos solo? no seas iluso. Podemos seguir que estoy re caliente?

Me puse a pensar en eso... realmente. 3 años es mucho, habré sido cornudo? no podía vivir con esa duda. Tenía que encontrar a Wanda y saber si fui cornudo alguna vez.
A Eugenia no le contesté, me vestí y me fui.
Pero no pensaba en mi sexta cita, pensaba en Wanda... otra vez. Necesitaba saber eso. Me podría ayudar a olvidarme de ella, o a seguir hundiéndome. Mientras cambiaba el nombre de Euge en el celular, saqué "La del bluetooth" y le puse "La infiel".
Y ahora, mi tema principal es ese: la infidelidad.

3 comentarios:

  1. "Este capítulo es simplemente brillante. Corto, contundente, prolijo. Arranca sobre el problema del capítulo anterior (el robo del celular) que le permitirá abrir paso a su próxima cita. Lo mejor hecho es que Santiago toca el tema infidelidad como un simple ejemplo y luego ocupará la cabeza de nuestro protagonista, Mariano"

    N.Y Times

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  2. genial..
    me lei todas las citas recien..
    volve a publicar jaja

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  3. estuve un tiempito sin pc y me perdi un par de citasss, ahí voy a seguir leyendo, sos capo gabo (ci)

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