viernes, 6 de agosto de 2010

Cita 4

Durante estos días estuve bastante deprimido. Tal vez es hora de que hable un poco de mi vida antes de contarles de mi cita número 4.

Cuando tenía 18 años, estuve en pareja, un montón de tiempo. Su nombre es Wanda y siempre fue una persona especial para mi.
Con Wanda compartimos muchas cosas, la pasabamos bien en cualquier lugar. En su casa, en la mía, en la calle, en el parque, en la plaza, en el cine. En fin, en cualquier lugar.
Fuimos novios durante 3 años, o sea que a los 21 ya estaba soltero. Y ya pasaron 4 años y no pasa un solo día que me la pueda arrancar de la cabeza. Y eso es lo que me está matando. Yo necesito dejar de pensar en ella para poder estar bien con otra persona. Necesito terminar esa etapa de mi vida para salir adelante. Sino, siento que este esfuerzo de encontrar a la mujer de mi vida no va a ser nunca posible. Porque todavía pienso que Wanda es la única.

Las cosas con ella fueron saliendo mal de un modo progresivo. Primero quejas tontas, después dejar de verme con tales personas y dejar de hacer cosas que me hacían bien sólo para complacerla. Mi problema era que durante 3 años intenté hacer feliz a una persona y jamás me sentí feliz yo. Nunca recibí nada de ella. O sea, sí he recibido mucho amor y cariño, por algo estuvimos 3 años... pero me refiero a realmente entregarse a otro. Entienden a lo que voy? Y eso me destruía. Dar tanto a cambio de nada no es bueno.

- Otra vez por lo mismo? - Santiago tratando de levantarme el animo, mientras yo miraba fotos viejas que tenía con Wanda.

- Sí, no me la puedo olvidar. No sé qué hacer.

- Hacer? nada. A veces... hay que dejar de hacer para que otros hagan. Uno puede hacer cosas mal en la vida, pero las relaciones, sean amistades o parejas, son de a 2. Culpa mútua.

- Es que yo siento que pude haber hecho las cosas mejor.

- Imposible. Te repito, hay que dejar de hacer para que otros hagan. Vos dejaste de hacer por ella, y bueno... lamentablemente... ella no dio nada. Es una cagada, pero es así.

- Es que... por qué tiene que ser así? Sabés que es lo que pienso? que el corazón de todos funciona mal desde siempre. Cuando sos chico tenés un juguete nuevo y es lo único que importa, pero después te cansas y lo dejás por ahí tirado. Ves que alguien lo agarra y lo volvés a querer. Nunca crecemos, porque cuando sos grande, pasa con las relaciones. Uno a veces es el nene y otras veces es el juguete. Yo fui el juguete de Wanda, me tiró y encontró algo mejor para divertirse.

- Mariano. Sos un genio. Te acabas de solucionar el problema solo.

- Qué decís?

- Sí! Dijiste: cuando otro nene agarra ese juguete, el niño anterior lo quiere nuevamente. Vos sos el juguete, todavía nadie te agarró como para que ella te quiera de vuelta. Entendés? Necesitas que alguien te agarre para que ella pueda ver lo que se perdió.

- Pero cómo va a verlo si hace 4 años que no sé nada de ella?

- Hay algo que es imposible de saber, pero simplemente lo es. Cuando uno tiene mal de amor y lo empieza a superar de a poco, la otra persona siente que se están olvidando y empiezan a reflexionar, darse cuenta que se equivocaron. Y se deprimen. Piensan cosas como: Pero si esto era mio y es lo que siempre quise, por qué lo dejé pasar?

- Es verdad! es verdad! O sea que, ya sabemos quién es la mujer de mi vida, es ella definitivamente. Me lo dice el pasado mismo, no puedo ir contra eso. Pero necesito encontrar durante este año a la persona que me agarre para que ella vuelva a mí!

- Exactamente. Qué onda? ya sabés quién es la cuarta mujer?

- No, es que estuve un toque golpeado con este tema, pero ahora que lo veo como una forma de volver a Wanda, estoy entusiasmado.


Después le hable de Cacho. Era bastante loco, su apodo la hacía machista, escupía, no le gustaba Titanic, jugaba al futbol profesionalmente, tenía el pelo corto y le encontraban parecido con el hermano. Tiene 3 hermanos, siempre rodeada de varones, me hablaba de autos. Era un hombre!

Faltaba un día para el viernes 26 de febrero y todavía no encontré a quién llamar. Así que con Santiago decidimos ir a bailar y hacer una cita improvisada!

Esta, fue mi cita número 4:

Viernes a la noche, boliche. Habíamos hecho la previa en un bar muy lindo de Palermo y estabamos por arrancar a KIKA. Un boliche de la zona muy top. Santiago era así, bien moderno en cuanto a la noche, conocía gente que nos iba a hacer pasar al VIP así que me iba a cruzar con una mujer interesante.
Después de varias cervezas y un par de tragos, fuimos a la puerta del boliche. La fila era bastante larga y ya eran como las 3 de la madrugada. Pasamos sin fila, nos sentíamos importantes. Es fundamental en una primer cita o en un boliche hacerse pasar por alguien que uno no es. Uno va disfrazado a bailar, es otro, habla de cosas distintas que en la calle. Y yo teniendo el VIP de uno de los boliches mas finos de la ciudad, me hice pasar por jugador de futbol. Y qué mejor que haber trucado la credencial de Cacho. Gracias Cachito! Ahora: estoy en KIKA y juego en San Lorenzo.

Una vez adentro, con los precintos del VIP, tomamos lo que la gente superficial toma. Champagne toda la noche.
En un punto está bueno estar en el VIP y en otro no. Lo bueno es que te sentis priorizado, mimado totalmente. Te podés quejar de algo y te van a escuchar, y las chicas te miran más. Lo malo es que estás como encerrado entre sillones mientras la diversión está ahí. Así que fuimos a la pista principal, bien en el medio. A presumir y a descontrolar toda la noche! Pero me tenía que focalizar, tenía que conseguir una mujer copada que me "agarre", aprovechando que me disfracé de un jugador de fútbol con mucha plata.

Me empecé a hacer ojos con una rubia hermosa. Vestidito medio corto, muy provocadora. Ella (por mas que no lo crean) me miraba el brazo a ver si tenía el precinto del VIP. Era increíble! cuánta superficialidad. Me empiezo a acercar, bailando, tranquilo, le tiro sonrisitas, me acerco más, sigo bailando, algún que otro roce, un choque, todo tranqui. Le hablo, me dice su nombre y es Daniela, le ofrezco algo para tomar, me dice que sí, nos preguntamos boludeces, nos cagamos de risa, le digo que juego al futbol, me dice que no me cree, le muestro el falso carnet, entra de una, me dice que ella es modelo, se sabe vender bien, me entro a calentar, las burbujas suben, le encajo un beso, entramos a apretar zarpado, me sigo calentando, me muerde la oreja, me pongo al palo, la quiero recontra re garchar en el medio del boliche, seguimos tomando, la rubia estaba on fire, me empieza a bailar, me apoya la cola, se da cuenta de que la tengo como un garrote, pongo pausa y digo:

- Vamos a un lugar más tranquilo?

Chau Santi, nos re vimos, quedate con tus amigos top. Con la rubia nos empezamos a ir, me pregunta dónde tengo el auto. Cagué. Pienso una mentira, le digo que todavía no me lo trajeron de Europa, se entra a entusiasmar más, nos tomamos un taxi. Me propone de ir a su casa, menos mal porque si ibamos a la mía se iba a dar cuenta de que no tengo una vida de lujo. El taxi va hasta donde ella pide. Nos bajamos, empezamos a caminar, paramos en un cajero automático de un banco.

- Tenés ganas de hacer algo bien loco? - Me pregunta con una voz bien seductora.

- Qué?

- Te da para garchar en el cajero automático? total los vidrios son polarizados.

No lo podía creer! Ni le contesté, me tiré encima de ella. Estaba al palo, en serio, no daba más. Y eso que me dijo me hizo explotar. Saco la tarjeta así a las apuradas y abrimos la puerta.
Mientras estamos apretando ella se me separa en un segundo, y empieza a meterse la mano debajo del vestido.

- Querés que me saque la tanguita y me garchas con el vestido puesto? - Estaba a full la rubia.

- Obvio, mi amor!!! - Le contesta mi poronga, practicamente (Sutíl, pero bueno).

A partir de ahora, las cosas se ponen complicadas, mientras se seguía metiendo la mano y yo no podía ver que hacía, saca una navaja.

- Ahora, cheto de mierda, vas a poner la tarjeta en el cajero y vas a sacar todo me escuchaste?

- Eh?! - Imaginate mi cara, completamente desentendido.

- Sí, dale apurate porque te corto todo pendejo!

Asustado, sin saber qué hacer, intento explicarle. No me dejaba hablar.

- Dale la puta que te parió poné la tarjeta! - Gritando y poniendome la navaja en el cuello.

- Bueno, bueno...

Pongo la clave, y empieza a operar ella. Intenta sacar toda la plata, y habían 200 pesos nada más.

- Qué es esto? una joda? un jugador de futbol con 200 pesos en la tarjeta? dónde está la guita?

- Es que... no soy jugador, era mentira.

- La puta que te parió! no te puedo creer. Cómo no me di cuenta si tenes el físico re descuidado. Bueno, dame el celular al menos

- 15 5...

- No, pelotudo! dame el celular!

- Para loca no me robes!

- Qué no te voy a robar? te pensas que ibamos a garchar posta? pendejo boludo, dame el celular y ahora salimos vos vas para un lado yo para el otro.

- Y pero. No podemos dejar de lado esto y garchar acá igual? ya me quedé al palo.

- Y bueno, te vas a tener que hacer una paja mi amor.

Le doy el celular, saca los 200 pesos. Salimos, yo para un lado, ella para el otro. Como un boludo caminando por la ciudad buscando a alguien que me preste el celular para llamar a Santiago. Y también, pensando en el 12 de marzo, sólo que esta vez: al re palo. Ese día la tenía que poner sí o sí!

1 comentario:

  1. "AL RE PALO. ESE DIA LA TENIA QUE PONER SI O SI" POBRE FLAAAAAAAAAAAAACO

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