Cita 0

Hola, mi nombre es Mariano Ricardi Itat, tengo 25 años y soy soltero.

Sí, eso sólo te voy a contar por ahora. Es lo único que importa: soy soltero, tengo 25 años.

Durante esta historia van a ir sabiendo cosas nuevas, pero lo importante ya se los dije. SOLTERO, 25 AÑOS.

No es una edad para estar soltero, no sé, no me gusta. Me deprime saber que tengo amigos con los que iba a la secundaria que ya están casados y tienen hijos. Siento que me quedo atrás.

Es algo que me esta atormentando bastante. Todo empezó en fin de año, me junté con mis 2 mejores amigos. Yanina y Santiago. Los conozco desde la secundaria, cursábamos juntos. Tenemos los 3 la misma edad.

Yani es diseñadora gráfica, se recibió a los 22 y trabaja en una editorial. Está de novia hace 2 años y muy feliz.

Santiago está terminando de estudiar psicología, en su último año. Está casado y es una relación bastante liberal, parecen novios de tanto tiempo libre que tienen entre ellos, y tienen una confianza extrema admirable. No tiene ningún hijo, pero es su nuevo objetivo.

Estabamos los 3 en un restaurant hermoso de Puerto Madero celebrando el año que se iba y a punto de recibir el que llegaba.

Esto de tener amigos inseparables a pesar de que todos tenemos distintas vidas es maravilloso. Santiago podría estar pasándola con su mujer, pero como les aclaré, son muy liberales. Yanina ya sabe que con el novio ni se van a ver en esta fecha. Este es un momento para festejar con esa poquita gente que de alguna manera te llenan. Otra cosa a llenar eran las copas. Estabamos por levantarlas para brindar y... Vieron que siempre tenés que pedir un deseo para el año que entra?

Yani deseaba seguir igual, así como estaba, se la veía muy bien. Se recibió y trabajaba de lo que le gusta, tiene un novio candidato a marido si sale todo bien. Su deseo era ese: seguir así.

Santi deseaba su hijo, siempre se puso metas cortas y las fue logrando. Por eso apenas terminó el secundario se puso a estudiar, consiguió trabajo de lo que quería, tuvo una novia, compró un auto, un departamento, se casó. Se la pasa creciendo constantemente y ese era su deseo: seguir así.

Yo, Mariano, era el único que no quería seguir así... Terminé la secundaria y tuve relaciones poco duraderas a lo largo de mi vida. No me importa el tema estudio ni trabajo, a mi me importa encontrar a esa mujer que va a ser la "mujer de mi vida". Es algo por lo que brindo todos los años. No dejo de preguntarme si ya conozco al amor de mi vida. Y esta vez no iba a ser la excepción.

Chin chin, feliz año nuevo!

Mientras la música sonaba y la gente bailaba, entré a deprimirme un poco. Siempre que levanto la vista veo parejas felices y realizadas y a mi me cuesta tanto creer que nunca tuve momentos así.

Yani y Santi se me acercan.

- Qué pasa Marian? - Me pregunta Yani.

- Lo mismo de siempre - le contesto.

- Tenés que hacer algo con esto, no puede ser. Hace más de 3 años que empezas el año así.

- Ya lo sé. Pero estoy seguro de que este año va a aparecer!

- Bien, así se habla - Me contiene Santi - Tenemos que hacer un plan para que encuentres a la mujer perfecta para vos. Te prometo que te voy a ayudar.

- Pero yo no quiero que se estanquen en sus vidas para verme salir adelante, yo quiero que sigan así como están, en serio. No se preocupen por mí.

- No digas boludeces. Querés? - Me dice Yani retandome y dispuesta a ayudarme junto a Santi.

Fue esa noche, 1 de enero de 2010, comenzando un nuevo año, en el que los 3 nos propusimos a buscar y encontrar a la mujer de mi vida.

El plan era que este año no iba a tener una relación seria, sino que me iba a dedicar a una búsqueda absoluta que dure todo el 2010.

Durante este año, tuve una cita cada dos viernes. Esto nos da un total de 26 encuentros. 26 mujeres distintas con las que salí. Y estoy dispuesto a contarte sobre todas.

Estas... son las crónicas de mis primeras citas