Cita 17

Viernes a la noche, pero todavía faltaba una semana para mi próxima cita. Hoy nos juntamos en la casa de Yanina para ir a bailar los 3 como buen grupo que solíamos ser en algún momento. Siempre el grupo que forma parte de tus amistades más importantes cada tanto intenta volver a esa época en la que vivían prácticamente juntos. Obviamente el tiempo va pasando y todos van llevando vidas distintas, se van abriendo nuevos caminos. Pero está bueno buscar la manera de revivir esos momentos.

Santiago todavía no había llegado así que me puse a hablar con Yani sobre Ornella, mi cita anterior:

- En qué quedaron entonces? - Me pregunta ella.

- En que ibamos a quedar como amigos, si yo necesitaba ayuda podía contar con ella, y viceversa. Está bueno que al fin con una de mis tantas citas haya entablado una buena amistad.

- Pero con esta chica Ñeves también. Te diste cuenta?

- Sí! y con Natalia, la del chat, también.

- Por qué será que últimamente tus citas no terminan en papelones?

- No sé, pero está bueno esto de ayudar y recibir ayuda... Ornella me hizo ver lo de Wanda de una manera distinta y siento que estoy empezando a perder el interés.

- Al fin! El pasado en el pasado. Sino... no podes disfrutar del presente, y mucho menos pensar en el futuro.

Eso mismo me había dicho Ornella. Uno no puede estar pendiente esperando a alguien que tal vez llegue o tal vez no. No hay que andar pensando en eso, sino más bien ir por otros caminos, si se tiene que dar se dará. Me molesta (pero me gusta a la vez) darme cuenta de esto a esta altura.

Mientras estabamos tomando una cerveza, llega Santiago.

- Qué haces así vestido? - Le pregunto. Santi había venido con un pantalón de jogging.

- Qué tiene? - Dice haciendose el boludo.

- Sabes lo hincha bolas que son en los boliches con la vestimenta, no te van a dejar pasar.

- Bueno, no me importa. Estoy deportivo.

- No. No estás deportivo, ni siquiera haces deporte vos.

- Y pero es ropa deportiva!

- Pero a ver... si vos tenés puesta esta ropa y no haces deporte, entonces no se merece el título "deportivo". Yo puedo estar jugando al fútbol con un traje de 3 piezas y estoy vestido de deportivo. Puedo estar en un casamiento con un jogging y estoy vestido de gala. La ropa no define la situación más que la situación.

- Y bueno, mejor entonces! Si yo tengo un jogging y voy a bailar: es ropa de ir a bailar.

- Sí, pero para ellos no.

- Bueno che, no me importa te dije.

- Encima sabes lo que significa andar en jogging por la vida? Significa: me rendí ante la vida. Hasta acá llegué, ya no me importa nada. El jogging es el descuido total sobre una persona, esto tendrías que saberlo sobre todo vos, tan obsesivo y analítico. Me estoy pareciendo a vos, mi vieja se pondría contenta.

- Mmm, cómo no lo pensé? Estaré perdiendo el don?

- Acaso tuviste alguna vez uno? Si tus observaciones rebuscadas son un don, entonces parecería que lo estás perdiendo.

Seguimos haciendo la previa y ya es hora de arrancar al boliche. Yo tenía muchas ganas de ir, quería ver si podía conocer a alguna mujer hermosa sólo para divertirme, pasar el rato.

Una vez en la fila del boliche, pasó lo que tenía que pasar. Rebotan a Santiago por tener ese maldito pantalón de jogging.

- Y Ahora?! - Pregunta Yani.

- Y ahora a dormir! - Le contesta Santiago.

- No, dale. Sos un boludo. No me voy a ir a dormir a las 2 de la madrugada por tu pantalón de mierda!

- No es de mierda, es de jogging.

- Qué significa jogging? - Me meto en la charla de ellos que ya se estaba por convertir en una discusión.

- No sé, no importa. - Dice Yani - Vayamos a algun barcito... o algo.

Fuimos caminando por la calle hasta encontrar un bar donde no haya mucha gente. Yanina tenía unos zapatos que no le dejaban caminar muy bien que digamos. Una vez en el bar:

- A ver... - Dice Santi mirando a Yanina - o sea que preferís lastimarte los pies con unos zapatos pedorros sólo para verte bien?

- Podés dejar de pelearme por cualquier cosa? Me tenés cansada pendejo! - Grita Yanina en el medio del bar.

Ese grito hizo que toda la gente que estaba en el bar deje de hacer lo que estaba haciendo sólo para mirar el escándalo que estos dos estaban armando. Y entre toda esa gente, se nos acerca una mujer bien flaquita.

- Santi?! Yani?! Marian?! - Pregunta la extraña.

- No, los 3 chiflados - Le digo yo.

- O los 3 mosqueteros - Le dice Santiago.

- O los 3... no sé... los 3. - Dice Yani.

- Y qué es los 3? - Le pregunta Santiago, sólo para seguir peleando.

- Bueno - interrumpe la desconocida - De hecho hay una banda chilena que se llama "Los Tres".

La mujer impidió la nueva discución entre Santi y Yani y se presentó. En realidad, ya la conocíamos. Se trataba de Paula. Paula era una ex compañera de nuestra secundaria. Yo durante un tiempo estuve con ella, fue algo dentro de todo insignificante. El tema es que cuando ella iba al colegio con nosotros, era una chica bastante gorda y petisa. Hoy, Paula es flaca, alta y hermosa.

Comenzamos los 4 a ponernos al día. Ella estaba con unos amigos pero se quedo con nosotros a tomar al menos una copa.

Desde que terminó la secundaria, la vida de todos fue cambiando bastante, a excepción de la mía, que dentro de todo venía siempre igual.

- Qué hacen acá? - Pregunta Pau mientras se sienta al lado de Santiago.

- Nada, ibamos a bailar para que Mariano conozca una chica. - Dice Yanina, siempre tan sincera.

- Qué es ese olor? - Pregunta e interrumpe Santiago mientras mira la carta.

- Qué olor, gordo? - Pregunta Pau mientras se le acerca a Santiago para leer la carta.

- Ese olor tuyo. Cuando te me acercaste sentí como un aroma familiar! Y no soy gordo!

- Bueno, es una manera de expresarse. Y qué se yo! jaja - Sonríe Paula - Es mi perfume!

Santiago comienza a patearme por abajo de la mesa.

- Qué hacés? - Le susurro a Santiago mientras me seguía pegando.

- Disculpen señoritas, Mariano y yo tenemos que hablar de algo importante.

Santiago me saca del bar y nos ponemos a hablar en la calle:

- Paula es la mina que te estuvo mandando las cartas! - Me dice Santiago completamente seguro.

- Cómo sabes?

- El olor de su perfume!

- No era desodorante de ambiente?

- Si, pero es el olor de ella!

- O sea que Paula usa un Glade de perfume?

- No sé, pero es ese el aroma! Todo cierra. No lo ves? Estuvieron juntos un tiempo, vos no te acordas de ella mucho porque antes era gorda. Ahora es hermosa y te está queriendo recuperar.

- Pero fue algo insignificante.

- Pero no te das cuenta de cómo funciona? Te acordas de Gabriela? La que se olvidaba de vos?

- Obvio, mira si no me voy a acordar.

- Bueno acá pasa lo mismo pero al revés! Ella se acuerda mucho de vos, piensa en vos. Vos ni la tenías registrada. Y ahora volvió a tu vida. Es el destino, fijate que si yo no hubiese usado un jogging no te la hubieses cruzado.

- No sé... pero fue algo muy insignificante en serio... no creo que me extrañe.

- A veces a uno le pega más la relación. Qué sabes? Capaz ella quedo enganchada.

- Qué hago?

- Arreglá ya mismo una cita! Tiene que ser ella la próxima.

Volvimos al bar y mientras todos seguíamos poniendonos al día Santiago propuso de que estaría bueno volverse a ver, justamente el viernes 27 de agosto. La idea era que justo Santiago y Yanina tenían cosas que hacer y "lamentablemente" ibamos a tener que juntarnos sólo ella y yo.

Y esta fue la cita número 17, con mi ex que ni me acordaba, la gorda Paula, que ahora es la flaca:

Nos juntabamos en la puerta de nuestro ex colegio secundario. Llego 5 minutos antes y la espero ahí. La veo venir y ella sorprendida pero entusiasmada ve que sólo estaba yo. Paula estaba vestida como si hubiese salido del gimnasio, con una calza, una musculosa y una camperita deportiva.

- Hola gordo, Y los chicos? - Me pregunta Paula mientras me da un beso en el cachete.

- Un bajón, no podían venir al final, tenían compromisos con sus parejas.

- Uh che! qué lástima. Qué podemos hacer?

- No sé... a mí se me ocurrió ir a comer a un restaurant fino, para darnos un buen gusto por aquellas épocas en las que salíamos.

- Ay! te acordas de eso? Yo pensé que ni me registrabas.

- Nah, cómo me voy a olvidar? El tema es que no da ir a un restaurant así como estas vestida! jajaja

- Por?

- Y porque estas vestida así de portiva. Qué venis del gimnasio?

- No. No voy al gimnasio.

- Y pero tenes ropa deportiva.

- Pero yo puedo estar con zapatos de taco aguja jugando al fútbol y pasaría a ser ropa deportiva. La ropa no hace a la actividad, sino la actividad misma! Encima yo? Gimnasio? con lo vaga que soy!

- Jaja, sí. Es verdad. El otro día le decía lo mismo a Santi. Bueno entonces vamos a comer!

Fuimos a un restaurant que te sirven buenos platos abundantes y es dentro de todo barato. Hoy en día ya es muy caro comer afuera, pero estabamos hablando de precios accesibles.

Mientras estabamos en el restaurant viendo el menú:

- Y qué hacían en el bar la otra noche? - Pregunta Pau - Así que iban a bailar para que conozcas una chica?

- Cómo sabés?

- Porque Yani había dicho!

- Ah, cierto, jajaja. Siempre tan sincera.

- Pero entonces era verdad?

- Sí, masomenos... uno va a un boliche a conocer mujeres siempre. Están ahí.

- Y pero por qué habría que ir a bailar para conocer mujeres? Si las mujeres estan por todas partes. En la calle caminando, en las farmacias, en las canchas, en librerías. En todos lados! Son todos distintos mundos pero siempre hay mujeres.

- Sí... es verdad.

- Dónde te gustaría conocer a una?

- Y capaz ya la conozco... no?

- Y sí, eso nunca lo vas a saber hasta que se te de.

- Vos qué pensas sobre eso? Crees que ya conoces a un hombre?

- Mmm, sí... pero no me registra mucho me parece.

- Por?

- Digamos que estuve tratando de ubicarlo pero él ni se gastó en buscarme.

- Y pero cómo sabe que lo estás buscando?

- Justamente, yo hice lo necesario. Si no l osabe es porque ni me registra. Ni me ve. Bueno... me parece que ya sé que voy a pedir!

Pedimos la comida y todo venía bien. Paula comía bastante rápido y terminó su plato al toque. Cuando yo estaba por terminar el mío (era una porción enorme) ella se pidió otro plato. Y luego... otro. Así es. 3 platos enormes. Más un postre.

- Che... tenías hambre? jajaja - Le hago un chiste.

- Por? - Me dice mientras se toma un cafecito. Guarda: con edulcorante.

- Mirá todo lo que comiste!

- Ah, pero no es nada!

- Mmm. Bancá. Hay algo que no me cierra.

- Que cosa gordo?

- Justamente eso. "Gordo".

- Te jode que te lo diga? Perdón, lo tengo medio pegado.

- Nah, no es eso. Pero tema "obesidad"... o sea... si no recuerdo mal - es que sí, recuerdo mal - vos en la secundaria no estabas un poco... gorda?

- Un poco nada más? Era un tanque

- Jajaja tampoco para tanto. Pero ahora sos re flaca. Y nada... no pude notar lo mucho que comes... y ni siquiera haces actividad física. Cómo hiciste para bajar de peso? Qué onda? Sos Bulímica o una onda así?

- No, tarado! nada que ver. No sé cómo fue que de un momento para el otro empecé a bajar de peso... Ahora estoy irreconocible. Al punto de que ni se acuerdan de mi.

Era bastante extraño. Antes Paula, siendo gorda, por lo menos la gente la tenía en cuenta. Ahora que su cuerpo se fue haciendo más flaquito, más chiquito, nadie la tiene presente. Tal vez la falta de memoria sobre ella la fue adelgazando. Y ahora no la ven porque físicamente es más pequeña. Una especie de unión cósmica tal vez?

- Bueno, Pau... te voy a ser sincero. Yo mucho no me acordaba de vos... pero... sé que me estuviste mandando cartas diciendome que me extrañas. Yo sé también que te quedaste un toque enganchada en esa época, pero bueno... ahora es distinto, estamos cambiados, podemos ver qué onda cómo nos vamos a llevar... capaz volver a esas épocas.

- Eh? Jajaja. Yo no te mandé ninguna carta.

- Cómo que no? Las cartas de "te extraño" "todavía te extraño, quiero verte" y eso?

- Yo no te mandé nada.

- Pero las cartas tienen el mismo perfume que el tuyo.

- Pero no soy la única persona que usa ese perfume.

- Me podés decir cuál es?

- No sé el nombre, pero sé la dirección del lugar donde lo compré. Te la puedo pasar.

- Dale.

- Acá tengo una tarjeta, es de un local de perfumería, queda cerca de tu casa.

- Ok - Guardo la tarjeta - Entonces... no me extrañabas?

- Si, te extrañaba, obvio! fue re loco volver a encontrarte, pero no te estuve buscando.

- Pero dijiste que estabas buscando a alguien.

- Sí, pero a mi ex novio. Disculpame si te confundiste. Yo pensé que esta salida era para boludear y acordarse de los viejos tiempos. No revivir las cosas que ya terminaron.

- O sea que no estamos teniendo una cita?

- Mmm, no. Perdón, pero no.

Luego de pagar la cuenta (que si bien iba a resultar algo barata, con la cantidad de platos parecía una cena de 4 personas) nos fuimos cada uno por su lado. Y yo... pensando en eso de que los viejos tiempos sólo son para recordar, no para revivir. Con Paula me pasaba que no podía acordarme de lo que había vivido con ella en un tiempo pasado, tal vez por estar focalizado en otras cosas en ese momento de mi vida. Es complicado volver a etapas pasadas que ya cerraron tanto por ambas partes. Es simplemente como dice Paula: recordar, no revivir, ni reconstruir.

Entonces... quién me extraña? Quién quiere volver al pasado? De quién me estoy olvidando?