miércoles, 8 de septiembre de 2010

Cita 19

- Por qué no te quedaste a ver todo el show? - Me pregunta Santiago días después de la obra de Quimey - Estuvo bueno el final.

- Porque me estaba tomando el pelo tal vez?!

- No, tenes que aprender a reirte de vos mismo.

- Si, todo bien con eso. Yo lo entiendo, pero fue cualquiera! Re ofensivo. Una miedosa de la vida, que quiere ocultar todo con chistes...

- Bueno, no importa. Ya está. Qué le vamos a regalar a Yani?

- Pero... vos no le vas a regalar algo por tu cuenta?

- No... le compramos algo entre los 2.

- Pero eso era antes, cuando eramos pendejos. Para que nos salga barato... Ahora ya podemos comprar por separado. De hecho, lo venimos haciendo hace años.

- Es que no se me ocurre nada... además como me ando peleando mucho.

Santiago se empezó a dar cuenta de que su amistad con Yanina estaba desapareciendo poco a poco. Cada vez compartian menos cosas. Cada vez discutían más y más. Y yo en el medio... era una situación bastante incómoda.
Durante estos días mi cabeza se focalizó en un buen regalo para Yani y que llegue su fiesta. Todos los años conozco alguna amiga o conocida que resultan ser bastante interesantes, bastante originales, bastante distintas a lo que encontramos todo el tiempo en la calle.
Y esta vez no iba a ser la excepción. Yanina me estuvo hablando de Romina, una compañera de su trabajo.
Para saber qué regalarle a Yani, le dije si nos juntabamos a que me hable un poco mas de Romi y de paso ver si puedo descubrir qué busca Yanina.

Fuimos al shopping:

- Contame más de Romina... - Le digo a Yani.

- Mmm. No sé. No me gusta mucho para vos.

- Por?

- No sé como explicarte. Es como muy parecida a mi. Vos saldrías conmigo?

- No, porque ya somos amigos. Pero si no seríamos amigos... supongo que sí. Por eso me viene bien Romina! Es como salir con vos pero sin una amistad.

- Pero no me gusta que sea tan parecida a mi! Me jode la gente así. Siempre hablando como yo... se compra las mismas cosas que yo... escucha la misma música que yo. O sea... flaca, comprate una personalidad!

- Pero eso no te tiene que joder... te tendría que gustar. Alguien que hace eso significa que te admira. O no?

- Puede ser... pero es como que te roben la identidad. No está bueno al nivel en que lo hace Romina.

- Bueno... pero qué te jode? Salí con un montón de chicas amigas tuyas. Romina va a ser una más.

- Ok. Ok. El viernes en mi cumpleaños te la presento.

Ibamos caminando por locales y ella no miraba ninguna vitrina. Se me estaba complicando descubrir qué era lo que quería. Intenté ser lo menos directo posible, pero no resultó:

- El otro día me acordaba cuando era chico y le pedí a mi viejo durante 5 años el mismo regalo. Quería una nave espacial re copada pero muy chiquita, parecía un adorno. Siempre soñaba con tenerla y creía que iba a poder viajar por el espacio y conocer a alguien de otro planeta... Me encantaría conocer a alguien de otro planeta. - Le cuento a Yani una anecdota de mi infancia.

- Te imaginas que una de tus citas sea una extraterrestre?

- Sería increíble!!!

- Y te regalaron la nave alguna vez?

- No. Y no la volví a encontrar cuando era más grande. Y jamas la tuve, ni la toque...

- Uh, qué triste. No buscaste por internet?

- Es que estaba en un local de barrio muy oculto. No era una nave que vendían en jugueterías. Era de madera, tallada a mano... Sólo una nave así en el mundo.

- Uy! la tenes que encontrar!

- Estaría bueno, pero lo intenté por muchos años. Nunca apareció. Y vos... te pasó algo? Algún regalo que querías con todo el corazón?!

- Mm. Si, puede ser... Pero no pasa por el lado material. O sea, me gustan las cosas materiales. Pero prefiero regalos más simbólicos, o experiencias de vidas distintas. Alguna salida inolvidable. Algún lugar que todavía no conozca.

Bueno, se me complicó mucho más la idea de regalarle algo. Yo quería ofrecerle a Yanina la posibilidad de tener su regalo deseado. Yo mi nave ya no la puedo conseguir, pero puedo lograr que su regalo máximo lo termine consiguiendo. Sin embargo no se me ocurría nada. Ningún lugar, ningún momento especial. Nada.

Llega el viernes. Llega el cumpleaños de Yanina, la fiesta a la noche y mi introducción a la cita 19 con Romina, la copiona:

Sabía que tenía que pegar buena onda con Romi para poder verla al viernes siguiente. El cumple de Yani era el viernes 17 y mi (futura) cita con Romina debería ser el 24.
Yanina lo festejó en el mismo salón que Santiago. Y yo este año tenía pensado hacerlo ahí. Ya habíamos pegado buena onda con los dueños del lugar, y sinceramente estaba muy bueno. Estaba "nuestra" mesera que nos atiende siempre en las fiestas de año nuevo. Creo que su nombre era Zoe. Nos habíamos presentado en el cumple de Santi. En fin, Estaba lleno de gente. Muchos amigos de Matías. Parecía más el cumpleaños del novio.
El tema es que Santiago y Matías se cruzaron durante toda la noche. Y recuerden lo mal que se llevan.

- Che, muy lindo tu cumpleaños - Le dice Santi a Matías.

- Viste? Gracias por venir a saludarme - Le contesta Mati desafiándolo.

- No. No es nada. Che... no te cansas? No te alcanza con tu vida para vivir que tenes que vivir la vida de los demás?

- No rompas con lo mismo. Ok? Yani está conmigo por elección. Yo no la tengo atada a ningún lado. Qué pasa? Te pones celoso? Acaso siempre te gustó tu mejor amiga y no te animaste a jugarte por ella?

- Jajaja, no seas pavo. Yo tengo mi familia, estoy buscando mi hijo. Tengo MI vida. Pero me gusta que mis amigos también tengan la suya.

- Quedate tranquilo. Yanina tiene su vida y está feliz con ella. Lástima que tiene amigos como vos que creen que ella no está bien. Pasala lindo hoy che. Y ojalá te guste el regalo que le voy a hacer a tu amiga. Por cierto... vos qué le trajiste?

Con Santiago le compramos a Yani un libro de los Beatles. Era enorme, bastante completo. Ella siempre fue fan. Fuimos a lo material, eramos incapaces de descubrir o de ofrecerle algo deseado a Yani. No teníamos ni idea.

Pasa la mitad de la noche y al fin me presentan con Romina. Ella estaba llegando tarde y justo la enganchamos con Yani en la entrada. Santiago se había ido a dar una vuelta con algún conocido de por ahí y yo estaba en mi plan.

- Así que vos sos Romina? - Le pregunto mientras Yani nos presenta.

- Si! Vos sos el famoso Mariano? - Me halaga. Yanina se empieza a ir - Che nena no te vayas! Feliz cumpleaños gordita! Tomá tu regalo.

Yanina abre su regalo y era un collar negro muy lindo. Ella agradece y ahora sí: se empieza a ir y me deja trabajar.

- Sí. Soy el famoso Mariano. Cómo me reconociste? - Le hago un chiste.

- Jaja! Ella me habla todo el tiempo de vos!

- Sí, y ella a mi de vos. Dice que tienen mucho en común.

- Así es. Somos re buenas amigas, nos parecemos un montón. A veces es medio chocante pero lo sabemos llevar.

Tomo un par de tragos con Romi. Las charlas con ella eran parecidas a las mías con Yani. Parecía que me estaba haciendo una nueva amiga. Pero yo ya tengo una Yanina en mi vida, no puedo tener otra más. Ese puesto está ocupado. Necesito el puesto de una pareja y Romina me gustaba. O sea que... Yanina también?
La noche sigue pasando y la música se apaga. Las luces también. Matías sube al escenario del salón y a partir de este momento va a tomar a toda la fiesta por sorpresa.

Agarra un micrófono y comienza a hablar:

- Bueno! Buenas noches Gente... Muchas gracias por venir... Para los que no me conocen. Yo soy Matías. El novio de Yani... Amor, feliz cumpleaños. Mirá toda la gente linda que te vino a saludar y a compartir este momento con vos.
Hoy, adelante de todas estas personas, te vengo a ofrecer mi regalo... Sé que lo material no te va mucho, que preferis recibir como regalo un momento único en el mundo. Y yo tengo uno de esos regalitos. Esta noche, puedo decir que en todos estos años, el amor lo supe encontrar en vos y me encanta. La manera de saber que a vos te pasa lo mismo conmigo y de seguir intentando hacerte feliz es preguntandote... Si en esta semana te queres mudar conmigo! Creo que es el siguiente paso. Por qué no subis y me contestas si te gusta el regalo o lo cambio?

La gente comienza a aplaudir. Sinceramente Matías se puso los pantalones y se hizo cargo de todas las cosas que le pasan. Yanina estaba emocionada. Llorando. Sube al escenario y su respuesta, entre llantos, fue:

- Todavía no lo puedo creer! Bueno... creo que todos saben de mi relación. De lo bien que me hace... saben que los regalos que me gustan son de este tipo... Y ahora que me lo venis a ofrecer me doy cuenta de que hoy: es el regalo que más quería que me den en el mundo! Y lo mejor es que sólo vos me lo podías dar!

Muchos aplausos más. Momento pleno de amor y cursilería. La fiesta sigue, yo saco el teléfono de Romina. Arreglo para salir.
Antes de irnos a casa Santiago se vuelve a cruzar con Matías.

- Y? Te gustó el regalo?

- Mmm, nah. Muy básico. Muy escena de película.

- Bueno. Lo importante es que le guste a ella. No? Sino se lo iba a tener que cambiar por algo material... como algún libro de los Beatles.

Santiago ni se gastó en contestar. Se empezó a reír y se fue. Yo estaba contento por Yanina pero no por el triángulo amistoso que solemos ser. Sabía que a Santiago le molestó mucho y la pasó mal. Sabía que se venía una gran discución entre ellos.

Mientras todos seguían en su semana. Yo llamé a Romi y salimos. Ahora sí, el viernes 24 de septiembre, mi cita 19 con Romina, la copiona:

5 Minutos antes en el mismo bar que voy con Yani. Ella llega y me saluda.

- Este es el bar al que tanto viene Yani? - Me pregunta.

- Sí. Venimos siempre acá!

- Está re bueno... - Comienza a mirar la carta - Qué toma Yani siempre?

- Café con leche.

- Bueno entonces me voy a pedir uno de esos!

Esto, aplicado a toda la cita. Era bastante irritante. Romina no hacía nada por su cuenta. Siempre todos en la vida tenemos a alguien como guía. Alguien a quién admirar. A veces si somos los admirados nos podemos sentir ofendidos, pero no nos damos cuenta que tal vez nosotros también somos imitadores de toda la gente que conocemos. Porque... se trata justamente de eso. De ser un poquito de cada uno de esas personas que conocemos. El tema es cuando sos mucho de la misma persona, como a Yani le pasa con Mati, que se manejan de una manera que les complica poder "imitar" a sus otros seres queridos. Porque en la vida tenemos mucha gente para compartirla. A Romina le pasaba lo mismo con Yanina. La idolatraba tanto como Yani a Mati. Y Yani quejándose de lo que ella hace también pero con otra persona. Como si fuesemos todos parte de un gran laberinto.

- Te diste cuenta que el nombre de Yani y el mio terminan igual?! - Me dice Romina. - YanINA, RomINA.

- Sí, me di cuenta de que la admiras mucho a Romina.

- A Romina?

- Perdón! Me confundí. A Yanina.

- Ah! Si. Ella me admira mucho también. A veces medio que se me copia pero está todo bien! A veces me jode un toque que me copie tanto. Escucha la misma música que yo... se viste como yo... Pero bueno!

Se dan cuenta? Es un laberinto. Es todo un tema delicado. Pero hay que entender que somos todos copiadores y copiados. Romina era una obsesión focalizada en ese tema y era muy insoportable.
Después del café con leche nos fuimos. No tengo ganas de tener otra Yanina en mi vida. Romina siguió su camino y yo el mio. Esta cita tuvo poco éxito, pero no dejo de aprender cosas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario