lunes, 13 de septiembre de 2010

Cita 24

Domingo a la mañana temprano en Mar Del Plata, volviendo para casa. Iba en el auto adelante con Santiago mientras las otras 2 dormían.

- Qué hacía Wanda en Mar Del?! - Me pregunta Santiago.

- Supuestamente vino sólo para verme a mi. Pero no sé si creerle. Me trajo los alfajores de aquella vez.

- Los que nunca te dio cuando se pusieron de novios? Upa...

- Pero no sé qué hacer. Si volver o no...

- Juntate a hablar, y te fijas qué onda, cómo te vas a sentir.

- Sí, ya sé. Le dije que iba a pensarlo.

- Hiciste bien en no hablar en ese momento.

Llamé a Yani con el celular de Santiago para contarle de Wanda y para que me diga lo que no me pudo decir ayer.

- No sabes lo que pasó ayer... me robaron el celu - Le cuento a Yanina.

- Uh!

- Pero lo más impactante de ayer fue que Wanda me encontró. Bah, me estuvo buscando. Y vino para acá. Pero no quiero contarte por teléfono nada más. Contame qué era lo que me tenías que decir.

- No, no es nada. Dejá.

- Dale!

- Es una tontería, en otro momento te cuento. Cuándo llegan?

- A la tarde. Ayer no era una tontería.

- Pero ahora sí.

- Y entonces decimelo!

- Es que ya es un poco tarde, me tengo que ir además.

- A dónde?

- A comprarle el regalo a Juliancito - Julián es el sobrino de Yanina. Y cariñosamente yo soy su "tío".

- Esperame a que vuelva así vamos a comprarle algo juntos! Cuándo festeja el cumple?

- En una semana masomenos.

- Bueno, hay tiempo. Cuando vuelva vamos a comprarle algo. Te dejo que se corta la señal por la ruta. Un beso!

Luego del viaje de vuelta charlando y reflexionando con Santi sobre Wanda y todo lo que me venía pasando. Empecé a mirar mucho para atrás.
Se me vinieron a la mente miles de momentos compartidos con Wanda. Yo tenía un cajón lleno de recuerdos nuestros: fotos, cartas, regalos, tonterías, papelitos, etc.
Apenas llegué a casa me decidí a abrir el cajón. Me preguntaba hace cuánto no lo abría.
Lo primero que vi eran las cartas que me llegaron de "Te extraño" con ese perfume desconocido. Me había olvidado por completo de averiguar quién era la persona que me extrañaba. Al parecer se trataba de Wanda. De todas formas al día siguiente fui al local de perfumería para buscar alguna pista, para comprobar si las cartas eran de Wanda o de otra persona.

- Buenos días, lo puedo ayudar en algo? - Me saluda la vendedora de la perfumería.

- Sí... a mi me llegaron varias cartas con un perfume muy raro. Un perfume que sólo acá se consigue. Las cartas decían "te extraño" y cosas así. Estoy seguro de que la persona que las envió compró este perfume. No llevan un registro de esas cosas?

- No, pero... esa es nuestra nueva campaña publicitaria.

- Cómo?

- Claro. El aroma de un perfume nos hace acordar a algunas personas o momentos. Nuestra nueva fragancia "Te Extraño" se trata de eso. Fuimos promocionando nuestro perfume así, repartiendo cartas con el aroma para que a la gente le despierte el interés de saber de dónde viene ese perfume. Y viene de acá: nuestro local.

- Ah, pero ustedes son unos maleducados! Qué publicidad más siniestra y fría. No ven que la gente se puede confundir con estas cosas?

- Acaso usted pensó que alguien lo extraña?

Wanda no me extrañó en este tiempo. No sé por qué está de vuelta. Se trataba de una simple campaña publicitaria! Esto es una tomada de pelo. Aunque debo reconocer que es bastante ingeniosa la idea esa de los aromas.
Después me junté con Yanina y fuimos a comprar el regalo de Julián y un celular para mi.


- Primero vamos a comprar mi celu que el local queda a 2 cuadras - Le digo a Yanina - Me contás mientras que era eso importante para decir?

- Es que ya no tiene importancia Marian.

- Y decimelo.

- Bueno... nada. Wanda me llamó el viernes a la noche.

- A vos?

- Sí, no sé de dónde tenía mi número. Pero el tuyo no lo tenía. Me preguntó por vos y cuando le dije que estabas en Mar Del Plata dijo que te iba a ir a buscar. Entonces te quería avisar para que sepas. Primero no te iba a avisar, porque te veo bien, pero esta chica estaba decidida con ir a buscarte. Y te encontró.

- Qué raro. No entiendo.

- A veces no hay que entender, las cosas se dan así. Sabés qué vas a hacer?

- No, todavía no.

Luego de comprar un celular (con bluetooth, obvio), fuimos a la juguetería. Hacía rato que no entraba a una.

- Cuántos años cumple ya? - Le pregunto a Yani mientras me fijo si en la juguetería está mi nave espacial. Todavía soñando con buscarla.

- 10.

- Está enorme.

- Sí!

- Te acordás cuando le regalamos ese muñeco enorme de Homero Simpson? Cómo le gusta ese juguete!

- Jajaja sí! Le fascina. Lo ama.

- Ahora qué dibujito le gusta?

- Los Padrinos Mágicos.

- Y hay muñecos de esos?

- Sí. Son 2 los padrinos. Él tiene uno.

- Compremosle el otro! - Le aconsejo sin pensarlo.

Yanina se acerca a un vendedor para preguntarle.

- Disculpame... estoy buscando un muñeco de "Los Padrinos Mágicos"? - Le consulta Yanina al vendedor.

- Sí, tenemos. Cuál de los 2 padrinos busca?

- Uh, ni idea! me mataste. Es para mi sobrino, yo sé que tiene uno pero no se cuál de los 2.

- Bueno, le muestro los 2 y tal vez se de cuenta.

- Dale.

- Este es "Cosmo" y este otro es "Wanda".

Wanda?

- Creo que le falta Wanda - Le dice Yanina - Llevamos ese.

Una señal? A mi también me falta Wanda? Parecería un chiste. En un momento ya ni pensaba en ella, ahora estaba presente en cualquier momento. Hasta en una juguetería.

- Yani, yo no pienso comprar un juguete que se llame así - Le digo a Yanina.

- Comprale otra cosa!

- Bueno.

Pregunté qué regalo le puede llegar a gustar a un nene de 10 años y me recomendaron un reloj que funciona bajo el agua. Le compré uno de esos.

Después del día de shopping con Yani, me voy para mi casa. Estaba Wanda esperandome en la entrada.

- Hola Marian - Me saluda con un beso en el cachete.

- Cómo estás?

- Bien.

- Qué pasa? Qué haces acá?

- Quiero hablar.

- Pero te dije que me dejes pensar las cosas...

- Bueno, pero no aguanto. Quiero hablar algo con vos.

- Ok, está bien. Pasá.

Una vez en casa.

- Mira Marian... yo sé que terminó todo medio mal. Y no vuelvo para seguir con eso. Quiero que todo lo que pasó lo tengamos en cuenta como experiencia y tener una relación completamente distinta. Entendes?

- Si, te entiendo - Es increíble cómo me manipula esta mujer.

- No sé, no quiero que me perdones y volver a empezar a contar meses de novios. Quiero que nos volvamos a conocer. Empezar de cero.

- Bueno... te dije que lo tengo que pensar.

- Hagamos una cosa... te parece si el otro viernes salimos a pasear? Como si fuese una primera cita.

Otra señal? Justo mi ex me propone que el 3 de diciembre, el día en el que debería tener una primera cita con una mujer, sea ella?
Nunca le conté a mucha gente sobre mi primera cita con Wanda, fue muy linda. Habíamos ido a un club privado que tenía una pileta enorme. Habíamos comprado fiambre para hacer unos sandwichs y estuvimos toda la tarde en la pileta jugando, riendo, hasta el momento del primer beso.
Estaba pensando mucho en el pasado, y eso me estaba doliendo mucho. Pero todo puede cambiar, tal vez nuestra nueva primera cita sea mucho mejor. Le dije que sí.


Pero antes de mi (nueva) primera cita con Wanda, tuve el cumple de Juliancito. El mismo día, el 3 de diciembre:

Qué contento que estaba el chico este. Estaban todos sus compañeros emocionados. Los cumpleaños de Julián siempre son muy buenos, se lo festejan en su casa, que es bastante grande.
- Tío! - Me saluda con esa inocencia!

- Juli! - Le hago upa - Cómo estas campeón?!

- Bien! Mirá todas las cosas que me regalaron! La tía me regalo a Wanda de los padrinos mágicos! Qué me trajiste vos?!

- Yo te traje un reloj...

- Uh! qué aburrido!

- Pero no es un reloj como los demás. Este funciona abajo del agua! Para que puedas saber la hora en la pile.

- Y para qué quiero saber la hora en la pile?! - Inteligente el pendejo, no? Es que tiene razón. Qué va a estar buceando y fijándose: Uy se me hace tarde!

- Qué pasa? No te gusta? Lo cambiamos.

- No! No! Gracías tío! Voy al baño a ver si funciona.

Juli se va corriendo para el baño entusiasmado y cierra la puerta, yo lo espero del otro lado.

- Y? Qué onda? - Le pregunto.

- Uh... Anda! - Me contesta.

- Wanda?

- Jaja no tío! Anda!

Otra señal? "Uh anda"? O es la paranoia?
Bueno, por lo menos el regalo le gustó. Todos lo estaban buscando para arrancar un juego que estaba por empezar el animador de la fiesta. Así que fuimos todos para el comedor.

- Hola chicos! Cómo la están pasando? - Pregunta el animador.

- Bien! - Gritan los nenes.

- Eh? No los escucho.

- Biiiieeeen!!!

- Ahora sí! Bueno, vamos a llamar al cumpleañero. Dónde anda Julián? Vení. Te voy a explicar el siguiente juego. Es muy parecido al ahorcado pero vamos a jugar todos en grupo. En el pizarrón tenemos una palabra de 5 letras. Tenemos que adivinar qué animal es. Conocen animales de 5 letras?

- Perro! - Contesta uno de los chicos.

- No! - Corrige el animador - Pero vamos a ir letra por letra. A ver, que el cumpleañero elija la primera.

- La letra A! - Dice Juli.

- Muy bien! Tenemos entonces _ A _ _ A

- Uy! 2 A! Tiene otra vocal?

- Mmm, no.

- La c?

- No!

- La S! - Grita algún niño

- Tampoco!

- La R!

- No!

- La D!?

- Sí! Tenemos entonces: _ A _ D A

- La M?!

- No! Casí.

- La N!

- Muy bien! _ A N D A

- WANDA! - Grito en el medio del cumpleaños. Lindo papelón infaltable.

- Jaja Cómo señor?! Un animal que se llame Wanda?

Usted porque no conoce a mi ex... Maldita "perra".

- Tío! No seas tonto! Es la P! P de Panda! - Me corrige Juli

- Muy bien! - Festeja el animador junto al resto del cumpleaños mientras yo pensaba en esta otra señal.

El cumpleaños siguió pasando y ya estaba por terminar. Los papás de Juli todavía no le habían traido su regalo y ese era el momento más esperado. Llega el padre con una caja enorme y Julián lo abre con muchos nervios. Rompe el papel y era una pista de autos gigantezca. La felicidad del chico este era increíble.
Mientras todos estaban entusiasmados con ese momento yo me fui a la habitación de Julián, tenía ganas de estar solo. Me estaba deprimiendo un toque. Juli me sigue.


- Tío! Qué hacés acá? No querés venir a ver la nueva pista de autos?! - Me pregunta extasiado.

- Tenía ganas de estar acá un ratito solo - Le digo mientras me siento en la cama sobre algo que me incomodaba. Me levanto y estaba sentado sobre el muñeco ese de Homero Simpson que tanto le gustaba a Juli. - Mirá! Tu juguete favorito.

- Ese? Nah, ya ni juego con ese, se lo dejé a mi hermanito. Ahora mi juguete favorito es la pista!

- Pero si te gustaba tanto!

- Pero ya es viejo, quedó en el pasado tío! No voy a jugar siempre con lo mismo.

Se dan cuenta? Un nene me acaba de abrir los ojos. Dicen que los niños tienen la mirada más sincera, pura, inocente. Esto significa que el niño siempre tiene la razón de la realidad. Uno cuando va creciendo comienza a pensar de una manera más intensa las cosas y se deforma mucho la realidad. Pero cuando sos nene pensás todo "en seco". Sin vueltas, la cruda realidad.
Y Juli me dio una lección importante sin que se haya dado cuenta.
.
- Juli, ahora me tengo que ir... pero me gustó mucho venir a tu cumple - Le digo mientras miro la hora, ya era momento de ver a Wanda.
.
- A dónde te vas tío?!
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- Tengo que salir con una chica!
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- Jajajaja! En serio?
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- Sí!
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- Pero... vos no sos el novio de la tía Yani?!
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- No! somos amigos. Jajaja. - Esas situaciones en las que te ponen los nenes.
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- Uh, yo pensé que eran novios. Hacen linda pareja!
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El cumpleaños terminó y me junté con Wanda para tener mi cita:

Nos ibamos a juntar en la plaza que está en frente de mi casa, supuestamente si salía todo bien la iba a invitar a comer.

- Hola gordo! - Me saluda

- Wanda... no tengo muchas ganas de hablar, ni de nada. Pero es necesario que hablemos para que se termine todo acá. Para siempre. - Qué cita más corta. No? Siempre me dijeron: "Las cosas que realmente se tienen que dar, se dan rápido." Sábia frase de mi vieja.

- Por qué?! Qué pasó?

- Ya está... Este año me doliste todo el tiempo, todos los días. Con el tiempo me fui dando cuenta de que la vida sigue y no puedo andar lamentándome por cosas que no puedo cambiar por más que quiera. Tuve la estúpida idea de creer que conociendo a otra persona, vos te ibas a dar cuenta de que me querías de vuelta. Como cuando sos nene, y te hace muy feliz un juguete, pero llega otro juguete mejor y el otro lo dejás de lado. Después te arrepentís y querés volver con el juguete anterior. Nunca te pasó? Bueno, pero ese arrepentimiento, esas ganas de volver al pasado, no existen más que para impedirnos crecer. Hoy puedo decir que para aprender a crecer hay que aceptar la realidad, que el pasado sólo se queda ahí, como un recuerdo lindo, como una enseñanza para poder disfrutar el juguete que vas a tener en el presente. Para que en un futuro ese juguete siga estando al lado tuyo y decir: esto todavía está al lado mío porque lo supe valorar siempre.
Vos no me supiste valorar, tal vez yo tampoco. De eso no se trata. Si nos vamos a pasar la vida reparando los errores que cometemos, necesitamos una vida entera. Lo mejor es reconocer que nos equivocamos para que no vuelva a pasar.

- ... - Wanda sin palabras. Un poco dolida por haberle dicho las cosas tan duras. Pero sólo así ella va a poder aceptar la realidad y empezar a crecer.

- Y ahora, si no te jode, me tengo que ir.

- No, dale... esperame. A dónde te vas?

- Al presente.

Hay que seguir mirando para adelante. Por más depresión que haya que nos tire para abajo, tenemos que aguantarnos esas ganas de mirar para atrás. Vamos, la puta madre, que nunca es tarde para conocer a alguien!

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