Cita 18

No les sucede cada tanto que por varios días no pasa absolutamente nada interesante o fuera de lo común y creen que sus vidas son aburridas o muy sistemáticas?

Bueno, yo estuve así durante estos días. Sin novedades, todo igual... esto me llevó a pensar un poco más las cosas. Estoy en la duda de ayudar con la cadena de Video Clubs que lleva mi nombre. Estoy queriendo mejorar la relación de Yanina y Santiago, que tanto se andan peleando. Estoy queriendo ver más a mi madre y que me cuente un poco más de mi padre. Lo único que sé es que fue un obsesivo de los negocios y dedicó su vida a eso, que jamás me prestó la atención que un hijo debería tener. Que esa falta de amor la busco desesperadamente en una mujer, que me calme, que me haga sentir el corazón explotar, como Wanda en su época.

Cuando uno no hace nada piensa mucho en su pasado y se la pasa comparando con el presente. Si vuelvo el tiempo atrás me veían con novia, ayudando con el Video Club, con unas relaciones amistosas más unidas, pero la gente va cambiando y se va despegando para su propio lado. Yo... nuevamente pensando que me estoy quedando atrás.

Ocupé mi cabeza con temas pequeños: ordenar la casa, lavar mucha ropa, ir a pasear solo y de paso fijarme el local de perfumería que queda cerca de mi casa, a ver si de esa manera puedo darme una idea de quién me manda esas cartas.

Cuando estaba relativamente cerca del lugar, me di cuenta de que me había olvidado de la tarjeta y no sabía la dirección exacta. Tenía pensado volver a mi casa pero entré a un shopping (en realidad, es una galería) porque dentro de unas semanas es el cumpleaños de Yanina y siempre con ella me cuesta mucho saber qué regalarle. No porque sea exigente, sino porque ella es muy importante para mi.

Una vez dentro de la galería veo a una mujer sentada en un banco, muy solitaria, estaba llorando. Me tuve que acercar, esa imagen me estaba matando.

- Ey... - Le digo mientras le toco el hombro. No reacciona. - Ey!!!

- Qué? Quién sos?

- Mariano.

- Y?

- Qué te pasa?

- Te importa?

- Bueno che, no te quería molestar, pero como te vi llorando.

- Perdón, soy una desubicada. Yo me llamo Quimey.

- Qué lindo nombre. No lo tienen muchas.

- Jeje, no.

- Bueno al menos te saqué una risa...

- Sí, gracias.

- Me querés contar qué te pasa?

- Estoy deprimida.

- Sí, me di cuenta. Pero por qué?

- No te pasó nunca que pasan varios días y en tu vida no pasa absolutamente nada interesante? Como si estuvieses desperdiciando la mayoría del tiempo de tu vida. Lo pensaste alguna vez?

- Mmm... sí, a mi me está pasando algo parecido.

- Es terrible cómo uno espera a que suceda algo y el tiempo sigue y sigue pasando. Estamos más tiempo esperando que viviendo. Pasa con todo. Con absolutamente todo. Uno está más tiempo al pedo, u ocupado también, pero siempre esperando a estar mejor. Nunca nadie se levanta completamente satisfecho.

- Qué triste... nunca lo pensé. Es verdad, qué deprimente.

- Tampoco algo la idea es ser conformista y no querer nada más. Está bueno querer más, pero todo el mundo quiere todo ya, ya, ya, y no tiene tiempo para nada.

-Bueno, basta! me vas a deprimir a mi y me voy a poner a llorar yo también. Contame algo de vos... qué haces de tu vida?

- Soy comediante.

- Sos comediante?

- Ajam.

- O sea que sos una persona con una vida muy golpeada, dura, reflexiva, depresiva... pero te dedicas a hacer reír a la gente.

- Así es.

- Y pero te va bien?

- Me va excelente.

- Qué interesante. Me gusta la gente que hace reír a los demás.

- Sí... pero quién hace reir a esos? Quién me hace reír a mi?

- Bueno, yo recién una sonrisita te saqué.

Quimey era una mujer muy interesante. Probablemente una de las más interesantes de mis citas hasta ahora. Me gustaba su manera de ver la vida, de una forma trágica y dolorosa, pero se dedica a ocultarlo, o contarlo a través de una risa.

Me acuerdo que cuando era chico y mi abuelo recién abrió su video club, me contaba de su idolo del cine: Chaplin. Por lo general la gente cree que Chaplin hace películas de comedia, y mi abuelo me contaba que el tipo de cine que hacía era trágico, eran dramas muy intensos. Pero los contaba a través de la risa. Quimey era como Chaplin, pero bastante existencialista y depresiva.

- Y qué tipo de humor haces? - Le pregunto.

- Comedia Stand up.

- Ah, me gusta... qué haces ese tipo de chistes sobre lo cotidiano? "Se dieron cuenta que..." y eso?

- Claro, algo así.

- Qué lindo.

- Te gustaría verme algún día?

- Bueno, dale.

- Estoy los sábados en un bar que queda por el centro.

- Bueno, te prometo ir!

Nos pasamos celulares y seguimos hablando un poco más. Habíamos quedado que un día antes de la función ibamos a ir a tomar algo para seguir hablando y que con mucho gusto iba a ir a verla un sábado. Después me fui y seguí buscando un regalo para Yanina. Todavía no se me ocurría nada copado.

El viernes 10 de septiembre, tuve mi cita número 18 con Quimey, la comediante:

Arranca a hacer calorcito, así que se me ocurrió dejar los café de lado para ir a una heladería. Llego 5 minutos antes y ella ya estaba sentada en la heladería con un bloc de notas chiquitito anotando cosas.

- Hola! qué escribís?

- Nada interesante - Me dice mientras guarda su bloc.

- Pedimos?

Mientras estabamos eligiendo el gusto de helado, ella tardaba y tardaba en decidirse.

- Y? - Le digo. Hacía 5 minutos que estaba viendo cuál pedir.

- No sé... no me puedo decidir, me cuesta tomar decisiones. Siento que cada decisión que tomo en algún futuro me va a jugar en contra. Soy una obsesiva del destino porque soy conciente de que depende de mi y no quiero equivocarme.

- Pero es un gusto de helado. Yo me pido de dulce de leche y vainilla. Básico. Si querés te ayudo a elegir. Querés un conito?

- No. Mejor no quiero nada. Tomá vos solo.

- Pero no da que mientras yo tome helado vos no.

- Por?

- Buen, no sé. Está bien.

Pido y nos volvemos a sentar. Me agarré varias servilletas porque soy un enchastre tomando helado, siempre se me cae de un costado, es un quilombo, todo un tema!

Quimey no me hablaba, y no sabía qué hacer para interrumpir el silencio:

- Hoy hace calor - Le digo.

- Es necesario que lo digas? Por qué es necesario romper el silencio? Por qué no disfrutas de no escuchar nada? Por qué siempre se tiene que decir algo? "Qué calor!", "Qué frío". No soy atermica, yo también siento el calor y el frío, no necesito de silencios incómodos para que alguien venga a opinar del clima!

- ... Bueno, perdón...

- ...

- Sos linda.

- Eh?

- Eso. Que sos linda. Y no es para tapar el silencio.

Quimey se sonrojó un poco. Sacó su bloc de notitas, apuntó algo rápido y la volvió a guardar.

- Qué anotaste? - Le pregunto curioso.

- Nada.

- Dale! decime.

- No tiene nada que ver con vos. Creeme. No te metas.

- Bueno, qué mala onda.

Era complicado relacionarse con Quimey. Es una mujer bastante inestable. Hay que acordarse que se la pasa ocultando todo. Es una chica que ve la vida como un drama total pero se encarga de hacer reír. Es la típica "tapadora de sentimientos" pero llevado al extremo.

- Bueno, me quiero ir. Estoy cansada - Me dice Quimey mientras se levanta y me saluda.

- Bueno, nos vemos mañana! a la noche en el barcito. Ojalá esté bueno!

- Dale, nos vemos.

El sábado 11 de septiembre, mi cita con Quimey, segunda parte. Primero su lado trágico, ahora su lado cómico:

Fui con Santiago a verla. Le conté cómo la conocí y lo trágica que es.

- O sea que esta chica... Quimey... lleva una vida muy dramática, pero se dedica a la comedia? - Piensa Santiago.

- Así es.

- No se parece a esa obra de teatro?

- A cuál?

- A la tragicomedrama. No te acordas de qué se trataba? Era la historia trágica de una comediante, que tiene un drama muy trágico. Todo eso contado a través de la comedia. Un drama muy intenso.

- Es verdad!

Qué loco. La obra que había visto en su momento... se acuerdan? Era la misma vida de Quimey, pero en la realidad. Después del show se lo iba a contar y se iba a sorprender! Alguien más además de ella ve al mundo caerse a pedazos y lo quieren levantar con la risa, se va a poner re feliz. Estoy seguro.

Se apagan las luces del barcito, había mucha gente, comienzan a aplaudir y sale por detrás de las típicas cortinas rojas Quimey con su micrófono lista para su monólogo stand up:

Buenas noches! Gracias por haber venido esta noche. En serio... gracias. En este momento exacto en todo el planeta se están realizando millones de actividades diferentes, ustedes eligieron venir acá. Eso es algo a agradecer. Qué boludos! Con tantas cosas para hacer vienen acá a escuchar a una pelotuda que no tiene nada que hacer más que criticar las pelotudeces que hacemos todos!

RISAS

Bueno, pero tienen suerte. Esta vez voy a hacer una especie de show improvisado. Así que sólo ustedes van a poder ver este exclusivo material de comedia. Por lo general, para los que no saben, mi monólogo habla principalmente de los hombres, tampoco como la resentida de la loca de mierda, pero viene por ahí la cosa. Y después de un par de cosas más sobre las mujeres, en fin. Voy a hablar de eso, pero de un tema que me fue inevitable no contar después de lo que me pasó! Quieren saber qué me pasó?

PUBLICO: Siii!

Bueno! Hoy el monólogo se va a basar en el tema "primeras citas". Alguna vez tuvieron una? Obvio, no podes no tener una primera cita si ya conoces a alguien, siempre hay una primera vez para todo. El tema es si alguna vez tuvieron una primera cita que sea un papelón total!

Resulta que conocí a un tipo en estos días y dije: "Buen, uno más, qué se le va a hacer". Me daba lástima, un tipo deprimente deprimente, dije: "vamos a darle una oportunidad, vamos a tomar un helado y que se vaya a la concha de su madre". El embole que me pegué fue terrible!

La típica de las primeras citas: Llegar primero, para no quedar como un boludo. El chabón quiso llegar primero ¡PERO LO CAGUÉ! y venía hacia mí y yo dentro mío me cagaba de risa. Otra típica de las primeras citas: A donde van? a una heladería. Me querés explicar cómo vas a llevar a una heladería en una primera cita? Es obvio que te llevan para que veas cómo chupas el conito de helado y que se calienten los boludos. Además a quién le gusta tener a un boludo con 50 servilletas limpiándose porque no sabe ni tomar un helado! Encima yo le dije que no quería nada y me dice "Mmm... querés un conito?" con una cara de baboso total! Un salame de primera marca. Después le meto cara de culo y hay un silencio incómodo. Vieron que siempre en esos silencios la gente estúpida trata de decir algo para romper la incomodidad? Comentarios típicos de ascensor como "Qué calor!" "Sí, está fresquito" o "Hacen como 30 grados". Qué tiene que ver el clima en el medio de un puto silencio? O sino hablar de qué colectivos pasan por tales avenidas, cuáles te dejan en lugares que jamás irías. Al parecer el clima y los colectivos son los temas que sólo surgen en los silencios.

RISAS, RISAS, RISAS.

Me paré y me empiezo a ir. Santiago se estaba cagando de risa. Pero para mi era una ofensa total! Quiso salir conmigo para conseguir su material, una forra total. Me cagó, se burló de mí. Ahora ya sé qué cositas anotaba mientras estabamos en la heladería. Quimey era una mujer de 2 personalidades muy complejas, todo esto lo hacía para no mostrar quién realmente es: una miedosa, una trágica de la vida, que no se hace cargo de las cosas trágicas que piensa y analiza y por eso lo tapa con su otra personalidad: reírse de esos errores de las personas.

Esto es algo muy común en la gente y Quimey era la representación de todas aquellas. No tenía emociones medias: o todo muy gracioso o todo muy triste. El tema es que cuando ella mostraba todo triste, me ponía triste, y cuando mostraba todo gracioso, me ponía más triste aun con su material de comedia. Pensaba que todas las mujeres opinan eso de las primeras citas y que ya van 18 personas que se burlan de mí. Tengo que dejar de ir a lugares básicos como un café o una heladería, tengo que dejar de ir 5 minutos antes. Tengo que cambiar de actitud en las pocas citas que me quedan.